sábado, 6 de febrero de 2016

"Sotelties", las esculturas comestibles de la Edad Media










Nos cuenta la historia que en los banquetes que gustaba ofrecer Ricardo II, no faltaban los sotelties, preparaciones culinarias que eran la imagen de los invitados en cuyo honor se había hecho el festejo. Servidos entre los distintos servicios que componían un banquete, consistían en ornamentos comestibles que se destacaban por sus llamativos colores y sus sabores exóticos.

Se los servía entre servicio y servicio mientras los  comensales conversaban relajados y hacían comentarios graciosos y picantes sobre ellos.


Los estridentes colores que presentaban por lo general eran producto de la fantasía creadora del chef quien utilizaba especias como el azafrán o jugos de hortalizas no para realce natural de lo representado, sino para contribuir con pompa al banquete.





En la  Edad Media tardía, según el poder del anfitrión un banquete podía llegar a presentar hasta diez servicios de comidas.
Durante el Imperio romano, los sotelties  eran símbolo de poder y ostentación.
 Animaban a los comensales y colaboraban en la prolongación del banquete hasta el amanecer.



Estos entremeses, que señalan una historia remota,  solían presentar también la forma de imponentes castillos con apetitosos rellenos a gusto del arquitecto-cocinero.




















Hoy las figuras de mazapán son una continuidad de esos antiguos y ostentosos sotelties  y con ellas se decoran  tortas de cumpleaños y mesas dulces.


Los platos salados también reviven los festines pantagruélicos

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